Por Grisel Bethancourt / Edición: Rekha Chandiramani
Las organizaciones sindicales solo tuvieron 15 minutos para exponer su oposición en la Asamblea Nacional al proyecto de ley No. 354 (descárguelo al final del párrafo), que reforma el Código de Trabajo y que fue aprobado a golpe de curul el pasado viernes. Nelva Reyes, de la CGTP, logró exponer sus puntos pero no recibió la cobertura de medios masivos. Saúl Méndez, de CONUSI, por su parte, fue interrumpido por los diputados.
Saúl Méndez no pudo esgrimir toda la oposición de sectores sindicales a los que representa el pasado jueves ante los diputados y a nivel nacional. Mientras hablaba, fue interrumpido abruptamente, incluso retado -con palabras del bajo mundo- por el diputado colonense Jairo ‘Bolota’ Salazar.
¿Qué le faltó por decir? Saúl Méndez abogaba por los pobres, trabajadores despedidos, cesados e informales. Quizás siempre ha sido la línea de combate y protección a los derechos de trabajadores, a la cual se ha referido a nivel nacional e internacional, pero estaba llegando a más de 300 mil panameños que no tienen sustento producto de las medidas empresariales por el cierre de negocios durante los casi cinco meses de pandemia, como a miles de trabajadores con medio salario o a los que no tienen sustento ni trabajo.
“No creo que la gente esté conforme”, respondió Saúl Méndez, dirigente obrero del SUNTRACS y líder ante la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (CONUSI) ante el panorama de su país y de su natal Colón, a dónde lo retó a ir ‘Bolota’: «Que venga a Colón, que allí lo enfrentamos en las calles» le dijo el diputado con voz amenazante mientras le pedía a Méndez que «no hiciera politiquería».
Méndez pretendía tratar el tema de la mujer en estado de embarazo y las violaciones a su fuero maternal, la renta que propone para los tratabajores suspendidos y -más grave aún- iba a contextualizar el efecto dominó que revertirá a la Caja del Seguro Social con miles de despidos.
A continuación reproducimos la entrevista realizada por este medio al dirigente:
¿Será que la gente de Colón está conforme con lo poco que le dan, las bolsas que reparten cada mes, si acaso les llega? Nos referimos a esta provincia de dónde es el diputado Jairo Salazar y usted.
R/. En realidad es una repartición a un grupo de personas en un Colón donde hay protestas por las necesidades. No creo que la gente esté conforme.
¿Cómo podemos entender el mensaje que usted estaba exponiendo en la Asamblea?
R./ El proyecto de ley se hizo para quitarle a los trabajadores, para quitarle al pobre, prolongar la suspensión de trabajo hasta diciembre. La cuarentena es un cerco de hambre. Era necesario una renta de 500.00 balboas para los cuentapropistas –informales o emprendedores- y suspendidos.
¿Cuál es la situación con las mujeres trabajadoras embarazadas y su fuero maternal?
R./ Cualquier mujer de la República de Panamá está protegida por preceptos constitucionales y derechos humanos. Desconocer el fuero maternal, suspender a la mujer, enviarla a sus casas sin ningún centavo sin enviar la cotización y evitar la asistencia de maternidad es eliminar sus derechos.
¿Qué otro problema para los trabajadores encontramos en estas reformas laborales?
R./ Hemos rechazado eliminar las horas extras hasta diciembre. Se agrega de forma permanente en el Código de Trabajo.
¿Qué sucedió con SUNTRACS y la Cámara Panameña de la Construcción tras el acuerdo logrado con el Ministerio de Trabajo para coadyuvar con los obreros?
R/. Hay empresas que no pagaron las vacaciones como lo habíamos acordado y empresas que no se reactivaron con contratos con el gobierno. El pasado 27 de mayo enviamos una carta para una reunión con CAPAC a la ministra de Trabajo, Doris Zapata, no ha querido convocar.
¿Para qué era la reunión?
R./ De seguimiento, si se prolongaba la situación –pandemia-.
¿Qué problemas acarrea esta ley de reformas al Código de Trabajo?
R/. No termina con la aprobación de la ley en tercer debate. El hambre y el páramo no la va a resolver la ley. Vamos a ver el problema de la Caja del Seguro Social, haber mandado a miles de personas a sus casas es un error; hay un hueco en la CSS; empleados sin cotizar y empresas que no cotizan. CONUSI tiene un plan de acción.
Saúl Méndez calificó la situación actual laboral producto de la pandemia como un problema mal administrado y asegura que quien tiene que poner orden es el pueblo panameño, para que se les respete y puedan sobrevivir, llamando a la lucha en las calles.
El discruso ignorado: «No hubo consenso para las reformas»
La dirigente y educadora Nelva Reyes, de la Central Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP), corrió con mejor suerte al no ser interrumpida durante la sesión. Pero las propuestas de la central trabajadora que representa también fueron a parar a oídos sordos.
Con casi nula cobertura mediática, este medio tuvo acceso a su discurso a través de un video compartido por Whatsapp. Durante su comparecencia, Reyes mencionó las debilidades de los trabajadores frente a las grandes empresas y su derecho a organizarse.
Destacó que solo el 12% de los trabajadores del país está organizado, lo que debilita a la masa trabajadora que termina aceptando «ese mutuo acuerdo que les da la guayabita sabanera a los trabajadores, eso no lo podemos aceptar».
En cuanto a los planteamientos -que no fueron tomados en cuenta- explicó que los trabajadores en la mesa del diálogo, hicieron propuestas de subsidios para los trabajadores con contratos suspendidos de 500.00 balboas, propuesta similar a la de CONUSI, para aquellos con jornadas reducidas. Agregaron a las 80 mil trabajadoras del hogar, a los recicladores que laboran en las peores condiciones humanas y a los de la economía informal.
“Se le ha dado a la banca cerca de mil millones de balboas. ¿Cuándo van a mirar a los trabajadores. Pedimos una ley que regule el costo de la vida o el precio de los medicamentos”, cuestionó Reyes a los diputados.
Una de sus peticiones ante la mesa tripartita fue que no despidieran a ningún trabajador y se hicieran programas de obras públicas de incentivo del Estado para reparación de escuelas, calles, centros de salud; que garantizara trabajo y tampoco se aprobó, reveló la dirigente sindical.
Las organizaciones no afines al gobierno no pudieron introducir sus propuestas, ni en la mesa tripartita ni en la Asamblea. Figuras y liderazgos que no fueran amarillos (adeptos al poder) no surtieron efectos.