Este año se cumplen 9 años del asesinato del periodista y político coclesano, Darío Fernández. Su asesinato se materializó a días de haber denunciado en una emisora –Radio Mi Favorita– una trama de usurpación de tierras por parte de una organización criminal. Su perfil fue publicado este año en el libro Faces of Assassination, una compilación mundial de asesinatos a líderes y activistas sociales en todo el mundo, realizada por Global Initiative Against Transnational Organized Crime
Por: Grisel Bethancourt
El 6 de noviembre de 2011, mientras en el Distrito de Penonomé se celebraban las fiestas patrias, uno de sus barrios, San Antonio, se vio estremecido en cuestión de segundos. Un disparo en su cabeza cegó la vida del líder, político, abogado, periodista y educador, Darío Fernández Jaén.
El exgobernador, era un hombre muy confiado, que jamás pensó que estaba en peligro. Mientras caminaban, se adelantó esa noche al paso de su esposa, Alma Alzamora de Fernández y su hijo Darío Fernández Alzamora, quien ya lo aguardaba en la puerta de su hogar.
La confusión reinó a las 7:45 de la noche. Darío Fernández Jaén había recorrido más temprano las calles junto a políticos y amigos. Aquel hombre de 65 años, caminó sin sospechas, pasó por el famoso parque El Manguito. Su último saludo fue a un vecino; mientras al borde de la calle, Joel Guerra Flores, se le acercó por detrás y le propinó un disparo en la cabeza que le causó la muerte, tras el impacto se desvaneció malherido frente a su esposa y su hijo.
Previo al mortal ataque la víctima era acechada; horas antes Miguel Arner García tocó a la puerta de la residencia del político, sin poder ubicarlo. Le tocó hacer guardia a una mujer, Deshy Quirós, alias “China”, quien hizo la llamada de aviso al sicario para la ejecución, que dio fin a la vida de Fernández.
La oscuridad fue cómplice del hecho. El sicario se escabulló por el callejón “perra brava”, tras el planificado crimen. Días antes, testigos lo vieron rondando el área. Este crimen no fue al azar, el gatillero no conocía a la víctima. Fue un asesinato por encargo
Penonomé a 42.5 kilómetros de la capital de la República de Panamá, era el epicentro de una noticia que corrió muy rápido por todo el país, las televisoras confirmaron la infortunada noticia. Había muerto uno de los más prominentes políticos del Partido Revolucionario Democrático (PRD). Hasta ese momento era un confuso hecho.
El Ministerio Público y la Policía Nacional activaron sus investigaciones.
La organización criminal recayó en afectaciones graves según la teoría del caso: en el hurto de fincas, estafas, falsificación, homicidio, intimidación y soborno de testigos. La acción criminal tocó propiedades abandonadas o desatendidas, dueños fallecidos, enfermos, ausentes o extranjeros. Se apoderaron de las fincas por medios fraudulentos: falsificación de documentos e identidades, de juntas de accionistas, de donaciones, de poderes legales y se hicieron traspasos múltiples en tiempos cortos, gravámenes, sociedades recién creadas, utilizaron identidades de fallecidos, de personas con nombres parecidos, registraron ventas de buena fe a precio real.
Darío el periodista, el político, el educador
Darío Fernández Jaén, era gente de la campiña, raizal, amante de su tierra Penonomé, atesoraba a su familia. Le gustaba comunicar y solucionar las necesidades del pueblo.
Se tituló como periodista, dirigió su propia estación Radio Mi Favorita. Su amigo Ricardo Fernández, compañero de luchas, en una biografía le describe a Darío Fernández una sonrisa perenne que amortiguaba cualquier angustia propia.
Hombre incansable. Como educador se trasladó a lugares del campo a ejercer la profesión. El abogado y político maduró experiencias y se avocó al proceso revolucionario que dirigió el otrora General Omar Torrijos Herrera (1968-1981). Fue fundador del Partido Revolucionario Democrático (PRD) en la provincia de Coclé y tres veces elegido Gobernador de esa provincia, en los periodos 1984-1987; 1994-1999, 2004-2009.
Génesis del crimen
Fue en octubre de 2011 cuando Darío Fernández desde su micrófono en Radio Mi Favorita registró una denuncia cuya víctima develó un fraude de tierras, un caso relacionado al autor intelectual del delito denunciado, era la misma persona que utilizó el nombre de su madre, Juana Marta Jaén, para legalizar falsamente las escrituras de la Finca 70.
El entonces fiscal Roberto Moreno constató que Fernández Jaén hizo denuncias directas contra una organización criminal. “Lo denunció con vehemencia”. “Destapó el escándalo, les afectó sus ingresos”, reiteró. “Pero cometieron un error, se sintieron confiados, y se metieron en propiedades con dueños activos”, explicó el exfuncionario.
La fiscalía determinó que se trataba de una organización criminal, descrita en el Código Penal panameño, con participación de tres o más personas, unidos para proyectos delictivos, hubo asociación ilícita para delinquir y homicidio doloso agravado.
La Sentencia No. 14/2013 del Tribunal de Juicio de Coclé, caso No. 2011-0000-0718, el 26 de junio de 2013, estableció la responsabilidad penal contra Miguel Arner García, alias “Picoro”; Joel Guerra Flores, alias “Chiri”; Alfredo Nouvet Conte, alias “Fello”; Deshy Quirós Matal, alias “China” y Mayra Hall Conte. Las condenas oscilan entre los 33, 38 y 41 años de prisión. Los abogados de los imputados no aceptaron los cargos y desacreditaron la teoría del caso.
José Guerra Flores, alias “Chiri”, autor material en el homicidio agravado y co-autor en la asociación ilícita para delinquir agravada, al ejecutar el asesinato buscaba la impunidad del fraude de tierra. Un testigo protegido lo señaló como autor del hecho. El y otros dos hombres eran miembros de una banda denominada “Los Barracudas” de la capital panameña. Se comprobó que hubo cruce de llamadas constantes, dinero en efectivo y premeditación del crimen, según la fiscalía.
Darío Fernández tuvo conocimiento de la existencia de esta organización criminal, liderada por -Ricardo Martínez Quirós-, (presunto autor intelectual del delito), quien a la fecha de esta nota es prófugo de la justicia. Mantiene alerta en Interpol y se sospecha su paradero en un país suramericano, confirmó el exfiscal.
“Es difícil determinar si hubo corrupción de funcionarios, pero en el caso particular nuestro, de mi clienta –Devon Ann Rolls-, nosotros le dimos aviso al director del Registro Público, de que la finca iba a ser traspasada por segunda vez y que los funcionarios del Registro Público, no impidieron el segundo traspaso de la finca”, reveló el testigo y abogado, Rodolfo Aguilera.
En el Newsmuseum de Washington, Estados Unidos, Darío Fernández Jaén aparece como el primer y único periodista panameño, reconocido como víctima de sicariato, en un acto contra la libertad de expresión y la denuncia de corrupción de tierras en Panamá.
Versión en español del perfil de Darío Fernández, investigado y escrito por la periodista panameña Grisel Bethancourt para el libro Faces of Assassination, una compilación de Global Initiative Against Transnational Organized Crime.